Esta mañana cuando encendí el ordenador y empecé a leer los mensajes de twitter, me dió un vuelco el corazón al leer estas palabras. «Pepe Rubianes nos ha dejado«. Lo vi en Gelida cuando aún estaba en Dagoll Dagom actuando en Antaviana. Lo seguí en la televisión con sus historias inolvidables. Pero nunca lo vi en el teatro donde triunfó. Me caía muy bien este tipo. Su alegría contagiosa y su forma de expresarse libremente, diciendo siempre lo que quería. Descansa allá en donde estés. Te recordaré por ser como fuiste y cuando pase el tiempo acudiré a revisar tus monólogos divertidos, para volver a sentir esas sensaciones que nos transmitías.