Vamos avanzando este año cuyo efecto en algún software se ha dejado notar por el cambio en la decena. Alguien me comentó que perdió datos de la facturación de Enero pero mantuvo todo el 2009 y 2008 intacto. Será cosa de brujas….. Aunque sigue sin haber dinero circulando alegremente, el mes de Enero ha sido provechoso para bastantes comercios que han visto como sus clientes habituales compraban con más ganas que hace un año. Pero la paga doble de Diciembre se agotó y Febrero está siendo mas crudo de lo habitual incluso en su climatología. Como dicen los gallegos» hace un frío del carallo» unas mañanas en que debemos sacar el pañuelo del pantalón para llegar con la nariz limpia al trabajo.
El precio de la vivienda parece que está tocando suelo o al menos es lo que dicen los que tienen pisos por vender, quizás esperando que se animen a comprarles los que viendo próximo el fin de las bajadas, no quieran perder su oportunidad de conseguir buenos precios.
Los países «PIGS» (así llaman los inversores a Portugal, Italia, Grecia y España) han sido protagonistas destacados la primera semana de este mes, al poner en entredicho la fortaleza del Euro debido a sus problemas económicos estructurales. En el mercado de Chicago se produjo una especulación muy fuerte contra la moneda europea, que hizo tambalearse de nuevo a las bolsas de ambos lados del océano atlántico. Ciertamente que España tendrá más difícil que otros países la recuperación económica, al haber sido la burbuja inmobiliaria la causante de un efecto dominó sobre Empresas, particulares y Bancos. No obstante la información actualizada sobre la realidad de la situación en cuanto al déficit público, tiene mucha más influencia en los mercados que la alegría del pasado año cuando se empezaban a ver los» brotes verdes»
Por suerte para algunos de nosotros, tenemos trabajo no nos falta techo y vamos sacándonos de encima las deudas que un día adquirimos, no en forma de hipoteca sino por querer cambiar de vida. Esa nueva vida que me trajo a Barcelona después de 12 años deambulando por pequeñas poblaciones de la costa norte valenciana. Allí dejé a mis dos hijas y a mi vida anterior. Pero no me arrepiento ni mucho menos, he ganado en la calidad de mi relación con ellas y me acompañan a menudo disfrutando de sus cortas pero intensas visitas a nuestro nuevo hogar.
Cuando tengáis un rato para leerme os explicaré un episodio que me ocurrió cuando fuí a buscarlas en tren la semana pasada.