últimamente cuando reservas mesa de noche en un Restaurant, te hacen la pregunta del millón. La he escrito en el título porque la primera vez que nos la hicieron, nos dejaron con la duda. Claro…… si vas a las 21 piensas que comerás los alimentos recien cocinados pero, en cambio si vas a las 23 estará todo que dará pena. Pero nada más lejos de la realidad. Hemos probado las dos opciones.
Primera opción 21 horas. Nos sentamos justamente en un buffet libre, con todo tipo de ensaladas, carnes y viandas, pasta fresca aderazada y postres de todo tipo. Cuando te das cuenta y vas por el segundo plato de carnes, son las 10:30 y ya tienes al camarero anunciándote por primera vez que a las 23 horas viene el segundo turno. Tu pensando en los deliciosos postres expuestos aún virginalmente sin nadie que los haya tocado y que sólo tienes media hora para deleitarte.
En definitiva mal comido y atragantado.
Segunda opción 23horas: La mitad de la comida ya no existe o se acabó. Estas con tanta hambre que devorarías la pata del camarero. Las carnes están pero no todas. Los postres mareados por los vaivenes de los comensales, La isla flotante (flan de merengue) voló encima de las manzanas al horno y el dulce de leche impregna todas las pastas y cremas, produciendo una amalgama extraña de sabores y sensación de (Huy esto es mejor no comerlo).
El dueño del Restaurant tiene que aprovechar la rotación que genera esta distribución de horarios para maximizar su beneficio, pero el público detesta este sistema ya que a la 01:00 cierra la cocina y no pretendas tomar un café que la máquina está parada limpiada y desinfectada y ya no sirven más
Hay que ver hoy en día las finanzas mandan.