Siguiendo la estela del cometa con sus vaivenes y dibujos que sólo cada uno de nosotros ve en el cielo. Así en esta aventura que es mi vida, atravieso lugares y momentos únicos que guardo en mi bolso de viaje.
En estos días de vacaciones he tenido un encuentro grato con mis hijas, disfrutando de su compañía en la casa llenándola de preguntas, deberes escolares, salidas al teatro y canciones infantiles.
Dos tardes atrás Verónica de Mescladis nos obsequió con su amabilidad y su charla en ese lugar en que el recuerdo de la casa hospitalaria de mi abuela, afloraba entre los dulces pasteles y tartas caseras.
Lugares nuevos y vivencias pasadas se entremezclan en estos primeros días de diciembre frío.