Nos hemos agenciado con un par de auriculares inalámbricos para poder escuchar la televisión sin molestar al vecino. Un acierto pues esta semana andan pegados a mis orejas ycamino por toda la casa con ellos escuchando mi colección de música. Es un reencuentro con uno de mis placeres. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien y ahora sé que me faltaba la música.
Nos hemos acostumbrado a escuchar los mp3 en el camino de casa al trabajo y viceversa, pero no es lo mismo que en la paz del hogar ponerte en cualquier parte de la casa y relajarte con música.
Me autotransporto a mi cuarto de adolescente junto a mi hermano, en que escuchábamos los primeros vinilos que compramos con nuestro primer dinero ganado trabajando. Aquel nuevo equipo de música y Trespass de Genesis, Rick Wakeman, Art Garfunkel, Blood Sweat and Tears, Cat Stevens. La nostalgia de esos años en que tuvimos que dejar de seguir estudiando saxofón y clarinete, porque no nos daban las horas y los tiempos pues de 8 a 15 de la tarde trabajábamos y de 18 a 22 íbamos a la Universidad.
Cuando escribo estas líneas, el azar ha hecho sonar aleatoriamente la voz del genial Fredy Mercury en el tema de QueenSomebody to love y vuelvo a tener el alma llena.